Casi 20 años después, sigo queriendo un remake del juego de simulación para PC que me convirtió en un magnate del cine de Hollywood y sacudió mi mundo
Cuando tenía 13 años, mi vida estaba completamente absorbida por The Movies, el simulador de gestión de 2005 desarrollado por Lionhead que me hizo sentir como un auténtico director de cine y magnate de Hollywood. Pasaba mis días elaborando guiones, contratando actores y convirtiéndolos en estrellas, y construyendo mi propio estudio que creció a lo largo de varias décadas. A medida que avanzaba en el juego, desde los años 20 hasta los 00 y más allá, también evolucionaban la tecnología y las demandas del público. El desafío residía en adaptarse constantemente para asegurar el éxito en taquilla, ganar premios y mantener los costes del estudio bajo control.
A pesar de la satisfacción de ver crecer mi estudio y convertirse en un imperio cinematográfico próspero y reconocido, el verdadero valor del juego para mí radicaba en la posibilidad de crear guiones personalizados y dar forma a cada película escena por escena. Pasaba horas cuidando cada detalle de los cortometrajes que hacía, incluso llegando a involucrar a mi familia en el proceso. Lamentablemente, todo ese trabajo creativo se perdió en el tiempo, pero siempre guardaré con cariño los recuerdos de lo creativo que me permitió ser este juego. ¡Qué daría por un remake o una reedición!
El poder de las estrellas
Siempre he disfrutado viendo películas, tanto nuevas como antiguas, lo cual encajaba perfectamente con The Movies cuando comencé a jugarlo en 2005. Crecí viendo películas de acción de los 80, películas de adolescentes de los 90, y romances y comedias de los años 30, 40 y 50. La belleza de este juego residía en la forma en que abarcaba diferentes períodos de la historia del cine, desde el cine mudo hasta los éxitos de taquilla descomunales.
Gracias a las herramientas que Lionhead proporcionaba, era fácil recrear los clásicos que tanto me gustaban. Muchas de las escenas predefinidas que podías incorporar en la función avanzada de creación de películas eran homenajes lúdicos a momentos icónicos del cine, pero con un toque único y humorístico. Recuerdo con entusiasmo haber creado mi propio western inspirado en Clint Eastwood, con duelos a pistola en el desierto y sombreros de ala ancha. ¿Quería hacer mi versión de Star Trek? ¡Sin problema! ¿Y un detective noir? Todo era posible en The Movies, un verdadero tributo humorístico al cine.
Por otro lado, el juego tenía sus aspectos más oscuros que añadían un desafío a la gestión exitosa del estudio. Controlar el estado de ánimo de actores y directores era crucial para mantenerlos en óptimas condiciones para la filmación. Manejar indicadores de estrés y aburrimiento podía llevar a problemas como la adicción o dañar la imagen pública. A veces, los personajes debían someterse a rehabilitación o cirugía estética, lo cual parecía burlarse de la superficialidad de la industria y sus vicios. A pesar de que era joven cuando jugaba, con el tiempo pude apreciar el humor característico de Lionhead en estas mecánicas del juego.
Las emisoras de radio KMVS, que te acompañaban a lo largo de las décadas mientras desarrollabas tu estudio, eran otro detalle destacado. La música y los presentadores cambiaban con el tiempo, adaptándose a cada época y ayudando a ambientar la jugabilidad. Además, elementos como la personalización de los actores según las modas de la época me recordaban un poco a mi experiencia jugando Los Sims en mi infancia.
Cuando era adolescente, soñaba con ser director de cine, y este simulador de gestión de Lionhead ayudó a alimentar esa pasión en mí. Aunque ese sueño no se hizo realidad, siempre puedo desempolvar mi vieja copia de The Movies si alguna vez quiero revivir esa experiencia de dirigir mi propio estudio y hacer películas.
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